miércoles, 20 de febrero de 2013

Puzzle


En el puzzle humano, sin duda la parte más difícil de encontrar es la cabeza.
Esa pieza, no viene debajo de las tapas de gaseosa, en un alfajor y mucho menos en un postrecito o% grasas trans.

Cuántas personas creen que pueden vivir varias realidades paralelas sin que una se cruce con la/s otra/s en algún momento?. Porque en algún momento, cuando uno se sienta a cagar en su casa, y se encuentra entre el inodoro y su culo, ahí la realidad es solo una. La original, la que se sueña con vivir pero se esconde. Entonces, vivir para  hacer realidad sueños no soñados?  .

Y obviamente, esos sueños no soñados, tienen un personaje principal, una escenografía, un contexto y varios actores de reparto. Actores que se contratan con el alto precio de la bajeza, se endulzan los oídos de los que al casting se presentan, mientras por debajo se les pasa el libreto a estudiar. Y el elegido  llega a su casa, feliz por el papel conseguido, va hojeando el texto en el bondi. Abre el portón de casa, y por la ventana se puede ver como con alegría lo saludan mientras el elegido revolea las hojas como pañuelo en despedida de barco.

En ese momento se siente que es el mejor papel que podía conseguir. Ensayos, trabajos, dedicación y lo más importante, tomarse en serio la oportunidad.

Y llega el día, el momento esperado, ese olor que se desparrama cuando se abre el telón, medio mezclado por polvo y años.
La luz se enciende,  el centro del escenario, vacío.
No está el protagonista. 

El público mira ansioso, pasan los minutos, y comienzan las incomodidades. Silbidos, revuelo, movimiento de piernas descruzándose, cuerpos cambiando de posición.
Ahora sí, enojo.

El protagonista no vino, quedó atrapado en su obra de vida, la que lo avergüenza y por la que quisiera poder  juntar la gente que ahora, poco a poco van dejando la sala.

En el puzzle humano, sin duda la parte más difícil de encontrar es la cabeza.


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