jueves, 16 de mayo de 2013

Apagón


El momento está planteado para que algo pase, para que algo empiece o para que algo no se apague.

Las dificultades de los encuentros no siempre tienen que ser culpa de alguien, puede ser que la imantación esta vez no funcione. Puede ser que tu cabeza teja y la mía desteja. Puede ser que se te esté por caer un botón, o tengas el nudo muy apretado. Pero no puede ser que alguien tenga que ser siempre el culpable de lo que no sucede.

Estamos rodeados de cosas que no nos sirven y que a grandes cucharadas vamos confundiendo con el remedio para la cura de algo que ya estaba curado desde el comienzo. 
Estamos enfermando creyéndonos doctores matriculados y ejemplares.

Estamos tomando el agua que nos están meando y de paso, nos están cobrando. Es casi tan absurdo como que nos cobren el aire que respiramos, y aún así, lo pagaríamos, orgullosos de tener las cuentas al día.

Estamos creando lugares hermosos para vivir allá donde vivían los árboles, pero como nunca nos detenemos a contar cuantos quedan, no somos conscientes de que ya casi no quedan. Y de esta manera los hijos que vamos a tener, después de escribir un libro no van a tener el árbol que completa la trilogía donde treparse, hamacarse, respirar y vivir. Porque no hay lugares para los árboles.

Nos estamos metiendo entre las sábanas como espías, para ver a dónde va esa manito.
Para ver que al lado de una pierna pelada haya una pierna peluda.
Para ver un par de tetas recostadas a un masculino cuerpo y sacarles una foto de mural, para que nos acompañe durante el resto de nuestras vidas como la felicidad eterna. Y a veces, hay quiénes se sacan esa misma foto y no están sonriendo, no están disfrutando, no están amando.
Hay peludos que se aman entre peludos.
Hay tetas que aman tetas.
Hay más allá de cuerpos, hay mucho más.

Hay correntadas de energía alrededor de nuestros ombligos, que van y vienen desaforadas.
Hay ojos con rayos X que queman las venas y las hacen hervir.
Hay manos frías que esperan que la cabeza mande “esa” indicación para entibiarse y entibiarte.

Estamos corriendo a oscuras.
Hay veces que la luz no importa, que correr con lo de afuera apagado no es un riesgo si lo de adentro está prendido.

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